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Diferencia entre revisiones de «Pautas para la Maestría en Relaciones»

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==Dejar Ir==
==Dejar Ir==
Este es el aspecto de la mente superior que sostiene el acceso a un umbral de conciencia que está desprovisto de  Compasión  basada en al corazón profundo, así como de verdadera empatía.  Cuelga al borde del abismo de la  Consciencia  hasta que es capaz de dejar ir y rendirse completamente, disolviéndose en el océano de la compasión amorosa.  El salto por encima del Abismo Luciferiano es el punto final de rendición/entrega, en el cual podemos sentir miedo de ser absorvidos por el agujero negro de la nada. En este punto nos encontramos al borde del abismo, sobre el enorme vacío.  Debemos Entregarnos  a Dios para dar el salto de fe y saltar al otro lado a los brazos de nuestra Madre. Esta es la razón por la cual, tras lograr el  Punto de Observador  y en caso de que los sentimientos de Compasión no fluyan naturalmente a través del corazón abierto, habrá que hacer un esfuerzo intencional por abrir el corazón y entrar en comunión con la Madre; para acceder al principio del corazón superior, hemos de sanar nuestro niño interno
Este es el aspecto de la mente superior que sostiene el acceso a un umbral de conciencia que está desprovisto de  Compasión  basada en al corazón profundo, así como de verdadera empatía.  Cuelga al borde del abismo de la  Consciencia  hasta que es capaz de dejar ir y rendirse completamente, disolviéndose en el océano de la compasión amorosa.  El salto por encima del Abismo Luciferiano es el punto final de rendición/entrega, en el cual podemos sentir miedo de ser absorvidos por el agujero negro de la nada. En este punto nos encontramos al borde del abismo, sobre el enorme vacío.  Debemos Entregarnos  a Dios para dar el salto de fe y saltar al otro lado a los brazos de nuestra Madre. Esta es la razón por la cual, tras lograr el  Punto de Observador  y en caso de que los sentimientos de Compasión no fluyan naturalmente a través del corazón abierto, habrá que hacer un esfuerzo intencional por abrir el corazón y entrar en comunión con la Madre; para acceder al principio del corazón superior, hemos de sanar nuestro niño interno.
 
==Entregarse al Ahora==
Todo está en el momento del ahora. Cuando nuestra existencia central se ve desafiada porque estamos inmersos en altos niveles de transformación, podemos sentir cómo el problema más pequeño escala y se amplifica hasta sentirse como una cuestión de vida o muerte. Esto puede dar miedo, podemos sentirnos amenazados por vernos obligados a cambiar. Esta es la razón por la cual el saber que estos cambios son fundamentales para nuestra evolución y el intentar rendirnos ante ellos sin luchar en su contra, sin retarnos ni enojarnos, facilita el proceso. Ahora es necesaria una mayor aceptación y el aprendizaje de cómo entregarnos es una práctica diaria. Los problemas con los cuales solíamos obsesionarnos o creer que eran un "gran problema", están perdiendo su importancia en nuestras vidas. Hay algo mucho más grande que está tomando lugar aquí. No hay nada a lo cual aferrarse por más tiempo. Debemos llegar a ser menos apegados a las cosas y a estar dispuestos a "dejar ir" los valores espirituales en bancarrota, con el fin de sobrevivir a la transformación requerida para convertirnos en seres más equilibrados con nuestro propio sentido de ser un verdadero ser humano. De modo que, ¿qué significa para nosotros estar alineados con la Fuente Divina y la  Ley del Uno? Que es lo mismo que preguntar: ¿qué significa ser verdaderamente humanitario? [3]
 
==Entregarse a la Divinidad==
Estamos experimentando el "tira y afloja" entre la antigua estructura energética y la plataforma de nuestra nueva realidad energética a través del radical  Cambio del Campo Magnético. Se nos pide sostener el núcleo de nuestra esencia y verdad vibracional en medio de algunos eventos externos desafiantes (incluso desarrollar la fortaleza continua de nuestro centro y minimizar la necesidad de nuestra  Mente Egoica para imponer su voluntad sobre la situación. No se haga mi voluntad, ¡sino la voluntad de Dios!) En este tiempo, la entrega divina ha tomado otro nivel de significado para nosotros. No hay nada más que hacer que  Rendirte/entregarte al momento que está frente a ti. Ello genera momentos interesantes de sincronicidades espontáneas y movimientos que surgen "de la nada", entre largos caminos de tranquilidad o quietud. Nos brinda una sensación de "agitación" magnética, como la sensación de la forma en que realmente sentimos el movimiento de energías externas a nuestro alrededor. Esa agitación puede hacer que uno se sienta desorientado (¿qué día es hoy?) hasta incluso ligeramente mareado. (¿qué está pasando en mi cerebro?) Hemos estado pasado mucho tiempo con necesidad de dormir, meditar o recostarnos para integrar nuestras nuevas identidades superiores.[4]