Ley de Trascendencia

• Correspondencia astrológica – Ofiuco – Quirón – Fuego Líquido (Agua-Fuego) Divino – El Puente de Oro

• Chakra y Esfera 9, Mente Keriátrica o Causal del Cuerpo Monádico.

A través de la búsqueda de la iluminación y el resultado de la Consciencia despierta, el ego pierde el dominio y reconocemos el flujo de lo divino, el espíritu dentro de todo. Naturalmente, elegimos participar conscientemente en la cocreación con la Fuente de Dios, para generar más benevolencia para todos en la Tierra. La Ley de Trascendencia es el momento en que experimentamos la vibración sagrada del amor como omnipresente, sentimos que la mente de Dios impregna nuestra mente y somos capaces de comprender el Conocimiento Universal más allá del estado de razonamiento, sin la ayuda de los sistemas de creencias humanos actuales. A través del estado interior que logramos al aumentar la experiencia de supraconsciencia, obtenemos un conocimiento directo de la concentración perfecta, y así reconocemos la alineación con el propósito mayor de la voluntad divina; ese conocimiento reemplaza a todos los deseos personales y preocupaciones. A través de la trascendencia de la personalidad terrenal, nos damos cuenta de nuestro poder de consciencia para comprender el funcionamiento de las causas y efectos generales, observando las Leyes Naturales en acción, enfocados direccionar la consciencia para alcanzar la verdad, la Ética Basada en Virtudes, el carácter moral y la comunicación con los Espíritus Krísticos. Durante la Ley de Trascendencia, es el momento en que encarnamos la mayor verdad y realización de nuestro ser espiritual, conociendo nuestro propósito, experimentando nuestra relación con la Fuente Creadora y, frente a esta verdad, renunciamos a todo para poder recibir algo de mucho, mucho mayor valor. La Ley de Trascendencia elimina los velos de luz y el tiempo, para experimentar la verdadera unidad con Dios y para experimentar la interconexión que existe en todas las cosas. La verdad de nuestro propósito se nos revela, vemos las leyes en la creación y nos asombra la magnificencia y la belleza de la creación natural de Dios. ^[1]