Mecanismo de Defensa del Ego

De Glosario de Ascensión

Nuestras mentes egoicas están programadas y luego neurológicamente conectadas para seleccionar e interpretar evidencia que respalde la relación con nosotros mismos en términos de: "estoy bien", “estoy en lo correcto” y “no hay nada malo que deba cambiar”, incluso cuando haya evidencia que lo contradiga. Una variedad de mecanismos: conscientes, inconscientes y sociales, dirigirán nuestra atención a ignorar los comportamientos negativos que causamos en nuestra vida y, en cambio, resaltará lo que creemos que es positivo o aceptable para aumentar nuestro optimismo y reducir nuestra ansiedad al enfrentar problemas o desafíos.

A lo largo del crecimiento desde la infancia hasta la edad adulta, desarrollamos habilidades de afrontamiento para sobrellevar las situaciones que la vida nos plantea, y llegaremos a etiquetar personas, lugares u objetos de nuestro entorno como aceptables o no aceptables en nuestros sistemas de creencias. Las defensas del ego son similares a los programas de extorsión mental que se usan comúnmente como mecanismos de afrontamiento para reducir la ansiedad, los miedos y las obsesiones cotidianas relacionadas con la adicción al pensamiento o la necesidad de controlar el medio ambiente. Cuando somos adictos a nuestros pensamientos, perdemos el equilibrio con nuestros sentimientos y habilidades sensoriales que nos permiten estar completamente presentes en el momento y estar en un modo receptivo para discernir mejor el entorno y sus energías.

Trabajamos duro para mantener la creencia de que "estoy bien" y que no hay nada malo en mí, incluso cuando nos enfrentamos a patrones negativos repetidos y nos sentimos infelices en la vida. La autojustificación basada en programas sociales y mentales de aceptación de comportamientos negativos y dañinos está profundamente arraigada en cada uno de nosotros para sentirnos mejor. Para hacer frente a este mundo, nuestros patrones mentales nos facilitan la búsqueda superficial de la información en el entorno que respalda fácilmente lo que ya creemos saber o creer. Mantenernos cómodos con nuestra visión del mundo a través del sesgo de confirmación, incluso si no funciona bien para nosotros, es la forma en que resistimos el cambio o la necesidad de crecimiento emocional y espiritual. [1]

Autojustificación

Desafortunadamente, a menudo estamos confundidos por lo que percibimos incorrectamente a través de nuestra propia necesidad de estar bien a través de la autojustificación. Formulamos estas distorsiones como Mecanismo de Defensa del Ego porque no hemos aprendido a liberar la mente mediante el uso de herramientas para el Ego Negativo, a fin de lograr una autoexploración y autoindagación más profunda. A medida que aprendemos a liberar nuestra mente y amarnos incondicionalmente, sabemos que estamos bien sin necesidad de justificarnos. Cuando estamos libres de nuestra propia necesidad de autojustificación (al aumentar nuestra autoaprobación interna y nuestro amor propio, sin importar dónde nos encontremos), no necesitamos justificarnos ante los demás o justificarnos a nosotros mismos. Entonces estamos libres para ser capaces de amar incondicionalmente a los demás sin importar lo que elijan hacer en ese momento. En este momento, es lo que es. Uno no tiene control sobre los demás ni sobre lo que los demás piensan de uno. La calidad de nuestro pensamiento da forma a nuestros sistemas de creencias y actitudes y es el resultado de los recuerdos de vida acumulados y el filtro de personalidad que forman la percepción, el juicio, el sesgo y las habilidades o competencias. Nuestro cerebro comúnmente distorsiona una evaluación precisa de la realidad para aumentar nuestra Autoestima o mecanismo de afrontamiento, en el intento de evitar incomodidad mediante la autojustificación.

Cuando estamos utilizando un mecanismo de defensa para auto justificarnos, presentamos un argumento unilateral a nosotros mismos. El Espíritu de Humildad reduce nuestra necesidad de autojustificación y nos permite admitir y aprender de nuestros errores o comportamientos del Ego Negativo. La humilidad es la clave para ayudarnos a superar muchas de estas distorsiones del pensamiento que se convierten en una serie de mecanismos de defensa del ego. En momentos de estrés, sobrecarga o amenaza, a menudo recurrimos a una forma simplista de pensamiento, llamada pensamiento primitivo.

Pensamiento Primitivo de Sobrevivencia

Cuando el pensamiento primitivo es repetitivo y no se controla, acumula factores en nosotros que podemos comenzar a incorporar como creencias, estableciendo estas falsas bases sobre nosotros mismos. Cuando estamos demasiado estresados o abrumados, podemos volver a los miedos "raíz" o capas primitivas. Únicamente cuando alcanzamos un nivel de confianza, logramos sentirnos seguros y a salvo en este mundo, seguros en nuestra relación con el espíritu de Dios, lo cual nos permite despejar por completo los temores de supervivencia y eliminar el pensamiento primitivo. Cada vez que nos sentimos inseguros volvemos a la raíz de nuestros temores de supervivencia, que desencadenan las defensas del ego en pensamientos básicos. Es por eso que construir la relación con uno mismo y construir la práctica espiritual para conectarse profundamente con el poder superior es la práctica más importante que uno puede hacer. Esta es la manera en que se forma la disciplina del ego y se construye la fuerza en nuestro centro interior. Para una evaluación precisa de la realidad y las circunstancias, es importante volver a examinar la situación utilizando un análisis con propósito, válido, reflexivo y preciso que permita adecuadamente las complejidades que enfrentamos. Podemos combinar una síntesis de análisis con una Percepción Sensorial Superior para tener una mejor capacidad de evaluación y entender lo que es.

Extorsión Mental

Conversemos más sobre los Mecanismos de Defensa del Ego más comunes que bloquean nuestra Percepción Sensorial Superior y la capacidad de volver a los estados neutrales de centrado. Mecanismos de Defensa del Ego Estos patrones de pensamiento mental son distorsiones que llamamos mecanismos de defensa del ego. Los Mecanismo de Defensa del Ego nos ayudan a evitar aceptar evidencia que desafíe la imagen que tenemos de nosotros mismos, como una persona buena y digna, o evidencia que desafíe nuestros estereotipos o sistemas de creencias fuertemente arraigados. Tenemos una serie de experiencias de vida que acumulan y recopilan recuerdos que nos llevan a formar sistemas de creencias sobre la naturaleza de la realidad y la forma en que nuestro mundo funciona o no funciona. A lo largo del crecimiento desde la infancia hasta la edad adulta, desarrollamos habilidades de afrontamiento para sobrellevar las situaciones que la vida nos plantea, y llegaremos a etiquetar personas, lugares u objetos de nuestro entorno como aceptables o no aceptables en nuestros sistemas de creencias. Las defensas del ego son similares a los programas de extorsión mental que se usan comúnmente como mecanismos de afrontamiento para reducir la ansiedad, los miedos y las obsesiones cotidianas relacionadas con la adicción al pensamiento o la necesidad de controlar el medio ambiente.

Cuando somos adictos a nuestros pensamientos, perdemos el equilibrio con nuestros sentimientos y habilidades sensoriales que nos permiten estar completamente presentes en el momento y estar en un modo receptivo para discernir mejor el entorno y sus energías. Nuestro objetivo en la automaestría es encontrar el equilibrio entre nuestro proceso de pensamiento y nuestro proceso de sentimiento para que podamos reconocer las distorsiones en nuestro pensamiento que bloquean la Percepción Sensorial Superior.

Disparadores Mentales

Cuando identificamos este tipo de Disparadores Mentales que nos llevan a patrones de pensamiento distorsionados, al notar nuestros niveles de tensión, ansiedad o frustración, podemos cambiar el equilibrio en nosotros mismos para encontrar una manera de liberar nuestro estrés. Inmediatamente podemos cambiar la tensión volviendo a enfocar nuestra mente en respiración, o reenfocándonos en el momento actual la consciencia sensorial. Al reenfocarse en el momento en que se experimenta tensión o estrés, se evitan reacciones impulsivas como decir palabras negativas o expresar un comportamiento de enojo. Cuando expresamos un comportamiento de enojo en forma impulsiva, generalmente no es una situación agradable o positiva para nosotros mismos ni para los que nos rodean. Cuando permitimos que el enojo nos haga impulsivos, significa que hemos encarnado ese estado de enojo, lo cual no es una práctica saludable para nadie. Esto es muy dañino emocionalmente en una persona y en la creación de relaciones basadas en la confianza en los demás. En la mayoría de las situaciones sociales, es preferible reconocer el enojo y aprender a observarlo a medida que se acumula, sin permitir que el estado de enojo abrume y se apodere del cuerpo, la mente y las emociones. Es posible presenciar y sentir enojo instantáneamente y reenfocar ese enojo inmediatamente, para rechazarlo y evitar que se convierta en nuestra identidad.

Control de Impulsos mediante el Reenfoque

A medida que uno practica cómo volver a enfocar sus pensamientos, evita que estados abrumadores de emoción desencadenen comportamientos impulsivos y reacciones de enojo. A medida que uno desarrolla un fuerte control de los impulsos, aprende una forma de disciplinar al ego mediante la aplicación de la paciencia. Si examinamos y descubrimos que no nos gusta lo que podemos estar sintiendo, podemos lograr un mayor entendimiento al colocarnos en un modo de observador. En nuestra comunidad, le llamamos proceso de observación al cambio de la identificación con un pensamiento o sentimiento, al situarnos en lugar de un Observador Compasivo. Como Observador Compasivo no tenemos juicio de pensamientos o sentimientos, no juzgamos lo que estamos observando en lo externo, solo observamos esos pensamientos y sentimientos en nosotros mismos y en los demás. Cuando podemos observar la situación que transitamos, desde un pleno lugar de observación, nos volvemos neutrales y centrados. Entonces, inmediatamente podemos encontrar alivio de nuestra ansiedad interna, miedos y una serie de otras distorsiones de pensamiento. Este proceso es clave para cambiar la tendencia adictiva de los Mecanismos de Defensa del Ego en nuestros pensamientos, y para liberar la ansiedad o el miedo de sentir dolor o una emoción profunda. Al usar continuamente un mecanismo de defensa del ego para evitar enfrentar la causa original de la ansiedad o el miedo profundamente arraigado (que es dolor o trauma no resuelto) únicamente perpetuamos el bucle mental que usa la negación de la verdad para evitar sentir dolor o incomodidad . La negación de la verdad es la semilla de todos los Mecanismo de Defensa del Ego.

Sesgo de Confirmación: es la fuerte tendencia humana a descartar o distorsionar evidencia o hechos que son contrarios a nuestras creencias aceptables y buscar fácilmente cualquier tipo de evidencia que respalde nuestros puntos de vista.

Negación: poner una barrera de pensamiento y argumentar en contra de un estímulo que provoca ansiedad al afirmar que no existe. Negarse a percibir los aspectos más desagradables de la realidad externa.

Desplazamiento: descargar cualquier comportamiento impulsivo en un objetivo menos amenazante. La mente redirige las emociones difíciles o dolorosas de un objeto "peligroso" a un objeto "seguro". Cuando somos impulsivos con los demás de esta manera, los tratamos como un “objeto de descarga” para nuestras emociones dolorosas.

Intelectualización: evitar emociones inaceptables o profundidad de intimidad centrándose en sus aspectos intelectuales. Concéntrate en los componentes intelectuales de la situación para distanciarte de las emociones que te provocan ansiedad por asociación.

Proyección: transportar impulsos inaceptables de ti misma hacia otra persona. Atribuir a otros tus propios pensamientos o emociones inaceptables o no deseados. A veces, si otro nos hace sentir incómodos, los culparemos de nuestro propio malestar.

Racionalización: proporciona una razón lógica o racional para poner excusas que se oponen a la razón auténtica real. Construir una justificación lógica para una decisión a la que se llegó originalmente a través de un proceso mental diferente o de lógica difusa.

Formación de Reacción: tomar la creencia opuesta porque la creencia verdadera causa ansiedad o incomodidad.

Regresión: volver a una etapa previa de desarrollo. Volviendo a una etapa más temprana de desarrollo frente a impulsos inaceptables o dolor emocional.

Represión: empujar los pensamientos hacia el inconsciente a través de la construcción de muros y evitar que los pensamientos dolorosos o peligrosos entren en la mente consciente. Sublimación: representar impulsos inaceptables y comportamientos destructivos (como adicciones) de una manera socialmente aceptable.

Humor Sarcástico: reenfocar la atención o el cuestionamiento en el lado cómico de la situación para aliviar la tensión negativa; similar al alivio cómico. A veces, el sarcasmo es utilizado para aparentar humor cuando se pretende menospreciar a una persona o se utiliza como una humillación para negarse a lidiar con los hechos en cuestión.

División: La división es un mecanismo de defensa del ego muy común. Se puede definir como la separación o polarización de creencias, acciones, objetos o personas en buenas y malas al enfocarse selectivamente en sus atributos positivos o negativos, a través de un sesgo de confirmación propio.

Estar bien y saber que las cosas están bien a tu alrededor es el comienzo de volver al estado neutral de la Posición de Observador. Cuando volvemos a que todo está bien, «estoy bien» corresponde a una persona que está relajada y que no siente miedo o ansiedad. Aprender a liberar la mente del pensamiento primario aprendiendo a reenfocarse nuevamente a través de una observación compasiva, es la clave directa para la continua expansión de la consciencia y para lograr la libertad mental y emocional. Practicar el conjunto de habilidades de las Pautas para la Maestría en Relaciones en nuestra vida cotidiana es muy útil como guía de reemplazo para desmantelar los Mecanismos de Defensa del Ego.

División

La División es un mecanismo de defensa del ego muy común. Se puede definir como la separación o polarización de creencias, acciones, objetos o personas en buenas y malas al enfocarse selectivamente en sus atributos positivos o negativos, a través de un sesgo de confirmación propio. La división difunde la ansiedad que surge de nuestra incapacidad para comprender los matices y las complejidades de una situación o estado de cosas dado, al simplificar y esquematizar la situación y, por lo tanto, hacer que sea más fácil pensar en ella. También refuerza nuestro sentido del yo como buenos y virtuosos al demonizar efectivamente a todos aquellos que no comparten nuestras mismas opiniones y valores.

Por otro lado, tal compartimentación de los opuestos nos deja con una imagen claramente distorsionada de la realidad y una gama restringida de pensamientos y emociones; también afecta nuestra capacidad de atraer y mantener relaciones, no sólo porque es tedioso e impropio, sino también porque puede cambiar fácilmente, ya que amigos y amantes son considerados como una virtud personificada en un momento y luego como un vicio personificado en otro (alternándose cíclicamente). La división también surge en grupos, cuando se ve que los miembros del grupo tienen atributos mayormente positivos, mientras que los miembros de los grupos externos tienen atributos mayormente negativos, un fenómeno que contribuye al pensamiento grupal y, de hecho, a actitudes inflexibles de xenofobia. [2]

Construcción de la Autoestima

Formalmente, la Autoestima es "la disposición a experimentarse a uno mismo como competente para hacer frente a los desafíos básicos de la vida y como dignos de felicidad", y mientras que algunas personas (como padres, maestros o amigos) pueden nutrir y apoyar la autoestima de un individuo, la autoestima recae sobre prácticas generadas en nuestro interior. Ser responsable de cuidarse a sí mismo es una forma de construir la autoestima. En el marco del trabajo de Nathan Branden, hay seis “pilares” para generar y desarrollar la autoestima:

• Vivir conscientemente: la práctica de tomar consciencia de aquello que uno está haciendo mientras lo está haciendo, es decir, la práctica de la plena atención (mindfulness).

• Autoaceptación: la práctica de sentir certeza interna ante las verdades de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos; de ser bondadosos y amables con uno mismo; y de estar "para" nosotros mismos, en un sentido básico.

• Autorresponsabilidad: la práctica de poseer la propia autoría de nuestras acciones y de poseer la capacidad propia para ser la causa de los efectos que deseamos ver en nuestra vida.

• Asertividad: la práctica de tratar las necesidades e intereses propios con respeto, y de expresarlos de manera apropiada.

• Vivir con propósito: la práctica de formular objetivos y de formular e implementar planes de acción para lograrlos.

• Integridad Personal: la práctica de mantener la coherencia entre nuestras convicciones y nuestros comportamientos. Branden distingue su enfoque de la autoestima del de muchos otros por su inclusión tanto de la confianza como del valor en su definición de autoestima, y por su énfasis en la importancia de las prácticas generadas internamente para mejorar y mantener nuestra autoestima en el día a día de la vida cotidiana. [3]

Carácter Moral Fuerte

Para identificar mejor la conducta en personas y grupos que son representativos de comportamientos confiables, también necesitaremos mejorar nuestro entendimiento de la conducta que define tanto los comportamientos confiables como los no confiables. El comportamiento confiable se basa en la conducta ética que observamos en personas con Carácter Moral Fuerte y un centro interior sólido. El comportamiento no confiable es modelado como una conducta no ética en personas con un carácter moral débil y un centro débil.

Referencias

Consulta también:

Doble Discurso

Confianza, Construir Confianza

Necesidades Humanas Fundamentales

Notas

Traducido por: Karen Noack.

Texto original de Lisa Renee (publicado en https://ascensionglossary.com/index.php/Ego_Defense_Mechanism)