Relación Correcta

Cuando cultivamos la Relación Correcta con nosotros mismos para actualizar mejoras en nuestro Modelo Energético personal y maximizar nuestro potencial humano creativo, y buscamos conocer nuestra verdadera relación con Dios o el Universo, naturalmente construimos la Armadura de Dios para llenarnos, rodearnos y protegernos de las fuerzas destructivas que son Anti-Dios o Anti-Vida. Para construir esta armadura espiritual que repele el daño causado directamente por fuerzas demoníacas o Satánicas, debemos ser educados para conocer la diferencia de las firmas energéticas. Aquellas fuerzas que constituyen la Consciencia orgánica de Dios, que tienen amorosa reverencia por toda la vida, o sus aspectos invertidos de la consciencia Anti-Dios o antikrística que desprecian la vida y promueven el culto a la muerte. Si permanecemos inconscientes de la diferencia entre estas fuerzas, vida y antivida, ignoramos las consecuencias de su interacción con nuestra propia consciencia, entonces no tenemos intención y no tenemos Consentimiento en esa interacción. Por lo tanto, por defecto se determina a la firma energética que coincide con la frecuencia que sostienen los pensamientos, comportamientos o acciones del individuo, así como sus interacciones con esa estructura y las partes involucradas.

Cuando aprendemos a seguir nuestro corazón, el centro de nuestra Alma y expresión espiritual, logramos el equilibrio, la armonía y la integración con todos los aspectos de nosotros mismos, y vivimos la vida para maximizar el potencial espiritual humano que incluye más autenticidad, amor, conexión y alegría. Cuando estamos fuertemente arraigados en un propósito superior y un significado espiritual, personificamos consciencia y nos actualizamos espiritualmente hacia nuestra expresión más elevada y nos alineamos con nuestro destino final en la línea de tiempo de la Ascensión. Por lo tanto, contribuimos con nuestro genio creativo para apoyar una expresión superior, para que el colectivo humano manifieste un mundo mejor conjuntamente, en nuestro planeta actualmente caótico pero en ascensión. Para personificar, encarnar o corporizar nuestro verdadero ser y nuestra verdadera esencia central interior, debemos priorizar el forjar, desarrollar y recordar dos relaciones en la fuente de luz eterna.

Las dos relaciones más importantes sobre las cuales todo ser humano tiene derecho y responsabilidad para crear por sí mismo:

• #1 Derecho a la Relación con Uno Mismo; es decir, con tu Ser Interior

• #2 Derecho a la Relación con la Fuente de Dios; es decir, con tu Creador, Naturaleza o Universo.

Con el fin de generar o cultivar estas dos relaciones más importantes, muchas personas se verán alejadas de situaciones destructivas o de relaciones interpersonales estancadas, especialmente durante el intenso ciclo de activación actual. Una vez que estas dos relaciones se aclaren y luego se personifiquen con devoción, surgirán nuevas relaciones que se correspondan vibratoriamente con su nuevo ser ascendente. ^[1]